Hoy, leía concentrada mi libro de Di Pietro, con mi cafe en jarrito y los resaltadores sobre la mesa, en el Café del Lector, el nido perfecto para una tarde de sol y estudio.
En cuestion de segundos, un hombre de traje oscuro se acerco a mi mesa y deslizo un papel hasta mis manos, y dijo apresurado " espero no te ofendas", cuando levante la vista del papel ya lo veia irse de espaldas, sin mirar para atras.
En el recorte, que previamente fue el margen superior derecho de una revista de La Nacion, hay una foto de un hombre sentado en la parte de atras de una motocicleta, y en el fondo un paraje desolado, el hombre observa el camino.
Manuscrito en imprenta mayuscula y prolija, en birome negra con poca tinta, se lee:
"UN POEMA CASUAL
PARA UNA DAMA
QUE IGNORANDO SU PROPIA BELLEZA
LEE AHORA ESTE POEMA"
La sonrisa fue inmensa e instantánea.
Me sonrojé como si hubiera sido el primer halago de mi existir.
Gracias!
Son momentos magicos en la vida cotidiana. De inmenso valor, de los que no se olvidan.
No se puede explicar con palabras. O tal vez yo no puedo porque no soy poeta, me alcanza y sobra con tener el papel en mis manos.
Fotos: de la pelicula a la que pertenece la imagen del recorte. "HOMBRE EN POLVO, de Ismael Julián Naim.
